Dulce y a la vez amarga
como la canela,
en polvo o en rama.
Suave y eterna,
con una pizca de amor es suficiente.
Entre jardines prohibidos,
y sueños vividos.
Recuerdos de un pasado,
de mi niñez solitaria.
Entre juegos inocentes de niñasy noches de triste anhelo.
De mi juventud ingenua,
entre paseos de la mano y mis primeras sensaciones,
el amor…
De mi madurez trabajada,
mis dudas…
El segundo placer encontrado.
Tristezas en el corazón
de un amor ingenuo
del engaño de un alma enamorada.
***Teresa Palomo Martínez(“Recuerdos del pasado”)
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